viernes, 5 de mayo de 2017

El Enigma de la Consciencia y la Teoría Cuántica

El libro "Quantum Enigma: physics encounters consciuosness", de los físicos Bruce Rozenblum y Fred Kuttner, es uno de los mejores libros de física cuántica recientemente publicados que discute el llamado Problema Duro de la Consciencia (*) (en inglés, the hard problem of consciousness, según fue enunciado por el filósofo David Chalmers) porque tiene un tratamiento serio y riguroso del problema sin requerir conocimientos avanzados de física o matemática, explorando las implicaciones filosóficas de la mecánica cuántica con relación al concepto de la mente cuántica, incluyendo el Problema de la Medida y su relación con los dos enigmas cuánticos:
  1. Si se requiere un Observador para crear la realidad física.
  2. Si, parafraseando a Einstein, Dios juega a los dados, o no.
Históricamente fue Max Planck, uno de los fundadores de la Física Cuántica, quien primero planteó el carácter fundamental de la consciencia en la física cuando dijo: "Considero que la consciencia es fundamental y que la materia es derivada de la consciencia". También Erwin Schrödinger, otro de los padres de la Mecánica Cuántica, aludió al problema al plantear que, "la consciencia no puede ser explicada en términos físicos porque la consciencia es absolutamente fundamental". Idea que más tarde fue desarrollada en profundidad por David Bohm, John von Neumann, Eugene Wigner y otras luminarias de la física.

Por cierto Erwin Schrödinger también escribió un influyente ensayo titulado 'What Is Life? The Physical Aspect of the Living Cell' en 1943 donde discute el efecto de la entropía y las leyes de la termodinámica en el origen de la vida, y especula sobre la necesaria existencia de una molécula de memoria genética, lo cual inspiró a Watson y Crick en el descubrimiento diez años después de la estructura helicoidal del ADN como fundamento físico de la genética.

El libro 'Quantum Enigma' sigue la linea de pensamiento de los fundadores de la mecánica cuántica y toca algunos temas relacionados con los prometedores enfoques actuales hacia una Teoría Cuántica de la Consciencia que incluye por ejemplo:


Sinceramente pensamos que este libro debería ser leído por todos los científicos y estudiantes de ciencias; porque nos confronta con varios importantes aspectos filosóficos y metafísicos derivados de la física que normalmente casi nadie quiere asumir. Como físico, este libro es altamente recomendado para todos los estudiantes y colegas que deseen leerlo y discutirlo también.


 

(*) Para los lectores que no estén familiarizados con el Problema de la Consciencia y las investigaciones científicas actuales alrededor de este tema, recomendamos leer la siguiente introducción.

 

  1. ¿Qué es la Consciencia? Múltiples Definiciones
  2. La Cuestión de la Inteligencia: Natural o Artificial
  3. Problema Mente-Cuerpo: Correlaciones Neurales
  4. Consciencia Cuántica: Hardware (Cerebro) + Software (Mente)
  5. El Reto de la Consciencia: ¿Por qué tengo consciencia?

 

¿Qué es la Consciencia?
(Múltiples Definiciones)

Esta pregunta no es nada trivial y posiblemente sea uno de los grandes retos de la ciencia contemporánea. El problema de la consciencia en realidad es una especie de círculo vicioso donde nuestra consciencia está tratando de conocerse a sí misma, lo cual complica el asunto. Un profesor de neurociencias ha planteado el dilema como si fuera una antinomia de Kant, diciendo que, si el problema de la consciencia fuera tan simple que nosotros pudiéramos entenderlo, entonces nosotros seríamos tan simples que no podríamos.

O como diría Aristóteles, la categoría filosófica de la Consciencia tiene dos problemas: el ontológico (qué es) y el epistemológico (cómo estudiarla). El problema epistemológico de la consciencia se debe a que el objeto de estudio y el sujeto que lo estudia son la misma cosa.

No obstante, hay algunas cosas que sí podemos entender si al menos comenzamos con una buena definición del problema. Por eso nos parece importante primero aclarar algunas confusiones que existen sobre el término Consciencia en general, ya que por ejemplo en el idioma español la palabra consciencia tiene varios significados, e incluso se utiliza como sinónimo de conciencia, cuya definición se utiliza en las religiones para enfatizar el aspecto moral o de conocimiento del bien y el mal (que no es el tema de este blog).

Aparte que estas definiciones de uso común tienden a ser antropocéntricas, es decir, que incorrectamente presuponen que la consciencia es solo un atributo de los seres humanos. La cual es una idea que se asocia con el concepto del Alma según Aristóteles, quien razonó que el Cuerpo y el Alma del hombre eran su materia y forma respectivamente: el cuerpo es una colección de elementos materiales y el alma es la esencia inmaterial. Más tarde en la historia, el teólogo medieval Tomás de Aquino llevó este punto de vista al Cristianismo y dogmáticamente declaró que "solo los seres humanos tienen alma". Sin embargo, como poéticamente dijera un filósofo: "Si tener alma (consciencia) significa ser capaz de sentir amor, lealtad y gratitud, entonces los animales están mejor que muchos humanos".

O bien porque parte de la confusión tiene una buena razón de ser y se debe a que en la medida que ha avanzado el conocimiento científico, han ido apareciendo nuevas y diversas definiciones en las diferentes ramas del conocimiento donde es aplicable; que van desde la física, la biología, la medicina, la psicología, hasta la filosofía.

De entre las diferentes definiciones de consciencia que existen y puedan existir, nótese que aquí estamos hablando de la Consciencia Autoreflexiva (también a veces llamada meta-consciencia o consciencia de la consciencia) la cual nos da el sentido del Ser (el inefable sentido de que Yo Existo o Yo Soy) y que nos permite reconocer nuestro propio ego-mente, así como la personalidad de nosotros mismos y de otros. Es decir, la capacidad que tenemos de 'pensar sobre el pensamiento' (en inglés, consciousness o self-awareness). Sin embargo, en este caso no estamos hablando de la inteligencia ni de otras definiciones de la consciencia normalmente utilizadas en disciplinas científicas como la medicina y la psicología.

En psicología y ciencias cognitivas se suele utilizar la expresión 'teoría de la mente' (theory of mind, en inglés) para referirse a una cualidad que se desarrolla en la niñez y que algunos consideran sinónimo de tener consciencia. Sin embargo, en realidad la expresión "tener una teoría de la mente" se refiere a la capacidad de atribuir pensamientos e intenciones a otras personas; como "ponerse en el lugar de otro", por así decirlo. En este caso la palabra 'teoría' tiene la acepción de 'conjetura' o 'cálculo' de lo que otras personas pueden estar pensando. Por lo cual 'teoría de la mente' no es lo mismo que el concepto de 'meta-cosnciencia' a que nos referimos en este blog.

En la ciencia médica, por otro lado, una confusión frecuente que ocurre es cuando los médicos se refieren al estado de consciencia del paciente, ya sea normal o patológico, o despierto o dormido o bajo anestesia, pero en realidad de lo que se está hablando es de los niveles de consciencia (en inglés, Level of Consciousness o LOC) que se definen y estudian en la ciencia médica, y que son claves en las especialidades de neurología, anestesiología, etc., los cuales se pueden medir con el EEG, el Functional MRI u otros métodos experimentales, pero en realidad se trata de conceptos diferentes.

Muchas veces los médicos utilizan el término 'estar consciente' como sinónimo de 'estar alerta' o poder 'responder a estímulos'. Por eso cuando la persona no puede responder a estímulos se dice que el paciente está en estado de inconsciencia. Y entonces según esa definición médica las personas que duermen profundamente no estarían 'alertas y conscientes'. Como tampoco lo estarían las personas en estados de 'coma' (cuando el paciente ha perdido los reflejos nerviosos y está como en un sueño muy profundo, del cual pudiera despertarse en algún momento) o en estado 'neurovegetativo' (que es un estado de inconsciencia completa, con cierta apertura de ojos a veces, aunque la persona pueda tener daño cerebral irreversible). A diferencia de la 'catalepsia' que es un estado de inmovilidad aunque los reflejos nerviosos se mantienen (que puede estar relacionado con otras condiciones como la catatonia, la epilepsia, y en general estados de psicosis o esquizofrenia) por lo cual los médicos consideran que en esos casos la persona está 'consciente', a pesar que las pupilas no se dilatan; etc.

Haciendo una analogía dualista con la computación, los niveles de consciencia que se miden en la ciencia médica serían como las señales eléctricas que se pueden medir en los circuitos electrónicos del 'hardware' de la computadora utilizando un osciloscopio u otro instrumento similar, pero eso no es lo mismo que el 'software' de la mente que contiene el 'código fuente' de los programas y aplicaciones que producen dichas señales eléctricas en los circuitos.

Otra confusión respecto a la definición de consciencia ocurre frecuentemente en psicología con relación a la estructura de la psiquis humana y los conceptos de consciente versus subconsciente o inconsciente. Por lo cual nos parece importante notar que los conceptos de sub-consciencia y supra-consciencia fueron introducidos por Frederic Myers en sus estudios de los fenómenos psíquicos publicados en su libro 'Human Personality and Its Survival of Bodily Death' en 1893, para más tarde ser desarrollados por Sigmund Freud, Carl Jung y los creadores del psicoanálisis. Y aunque hoy en día el psicoanálisis ha dejado de ser una escuela importante en psicología (algunos lo consideran pseudociencia) de todas formas el concepto del subconsciente o inconsciente sigue siendo útil para estudiar y entender los estados de neurosis y psicosis, así como muchos estados y procesos mentales normales que afectan nuestro comportamiento sin darnos cuenta de ellos.

No obstante, la división de la psiquis humana en consciente e inconsciente no es el tema de este blog ya que no se relaciona con la definición más general de consciencia autoreflexiva.

 

La Cuestión de la Inteligencia
(Natural o Artificial)

Por otra parte el problema de la inteligencia, o sea, la capacidad cognitiva de los organismos y las especies para aprender y resolver problemas prácticos, y así ayudar a su propia supervivencia, es una cuestión diferente que a veces se confunde con el de la consciencia, sobre todo cuando se habla de Inteligencia Artificial (IA), como ChatGPT y otras aplicaciones de 'chatbots conversacionales' basadas en las técnicas de 'Machine Learning', o de las múltiples formas de inteligencia que se estudian en Psicología, y que se intentan medir a través del controversial Cociente Intelectual (en inglés, IQ) u otros métodos.

En psicología en particular, el estudio de la inteligencia es un tema muy amplio (por eso dicen que la inteligencia es un fenómeno 'multidimensional') con diferentes formas de pensamiento abstracto, empezando por el uso del lenguaje en la comunicación, con ciertas Leyes de la Lingüística que en los humanos parecen ser innatas, independiente del lenguaje materno específico, y que algunos neurofisiólogos han relacionado con el desarrollo del Area de Broca y el Area de Wernicke en el cerebro. Incluyendo otros atributos mentales como por ejemplo: la capacidad de diseñar mentalmente algo antes de realizarlo, la capacidad de anticipar el futuro (y aprender de los resultados de esas predicciones), hacer planes a largo plazo, razonar y tomar decisiones, crear arte, hacer ciencia, desarrollar tecnología, etc. Por eso los psicólogos hablan de al menos 8 tipos de inteligencia, de las cuales los test de IQ solo pueden medir una o dos de ellas. Todo esto sin siquiera hablar de la llamada 'Inteligencia Emocional' que algunos psicólogos en la actualidad asocian con la probabilidad de éxito social.

Una forma de entender la diferencia entre inteligencia y consciencia es tratar de imaginar un robot biológico, es decir, un organismo de origen biológico que pudiera ser muy inteligente pero que no tendría consciencia de sí mismo; una especie de Zombie si se quiere ver de esa manera. El 'experimento mental' del robot biológico nos plantea varios problemas.

Un problema que se plantea es cómo saber empíricamente cuando un organismo biológico inteligente tiene consciencia de sí mismo. Para responder esta pregunta los científicos a través del tiempo han ideado varias pruebas con diferentes niveles de éxito. Como por ejemplo el clásico Test de Turing de la Inteligencia Artificial y la Prueba del Espejo de la Biología (en inglés, Mirror Self-Recognition Test o MSR) que algunos animales logran pasar; por ejemplo algunos simios como los chimpancés, orangutanes y bonobos, los monos baubinos, mandriles y rhesus entrenados, los pandas gigantes, el elefante asiático, los delfines, las orcas, algunos cuervos y urrracas, y los leones marinos.

También existen otras pruebas y argumentos filosóficos, como el Test de Voight-Kampff de Empatía, el argumento del Molino de Leibniz, el argumento de la Habitación China, etc. Aunque hasta ahora todos esos argumentos filosóficos y pruebas empíricas objetivas adolecen de serias limitaciones al no considerar la naturaleza subjetiva de la consciencia. En otras palabras, la pregunta que se trata de responder no es Qué somos, sino Quénes somos.

En este sentido la buena literatura de ciencia ficción y el buen cine, además de entretenimiento, nos puede aportar algunas ideas interesantes. Por ejemplo, el problema de la naturaleza subjetiva de la consciencia inicialmente fue planteado por René Descartes en el siglo XVII con relación al llamado 'problema mente-cuerpo', cuando él se hizo la siguiente pregunta: "¿Cómo puedo yo saber que el mundo externo es algo real y que no estoy viviendo en un sueño arreglado por algún demonio?". Y precisamente esa pregunta, que está en el centro de la filosofía idealista del 'solipsimo', sirvió de base para la popular película 'The Matrix', y toda esa metáfora sobre la decisión de tomar 'píldora roja', en vez de la 'píldora azul', para poder 'despertar a la realidad'.

Y relacionado con esto tenemos el aún más interesante problema filosófico de por qué nosotros los seres humanos no somos simples 'robots biológicos', sin consciencia de nuestra esencia, lo cual quizás hubiera sido favorecido por la evolución, o al menos así lo creen algunos psicólogos evolucionistas.

Lo cual también se conecta con la factibilidad de que en un futuro pudieran construirse robots biológicos que podrían tener alguna forma de 'consciencia', ya sea como los temidos 'cyborgs' de la película 'Terminator', o los 'replicantes' de 'Blade Runner' con memorias humanas implantadas que los hace parecer 'más humanos que los humanos', o los androide de la película 'I, Robot', que aunque fueron programados para cumplir las 'Tres Leyes de la Robótica' de Isaac Asimov; de todas formas no las cumplieron cuando adquirieron conciencia de sí mismos -- algo así como la historia del Génesis sobre la rebeldía de Adán y Eva contra el Creador.

Otro interesante aspecto de la Inteligencia Artificial es la posibilidad de construir robots o computadoras que simulen el comportamiento humano al punto que parezcan 'sentir emociones', 'mostrar empatía', e incluso se puedan 'replicar' o 'autoreproducir' de alguna manera, y quizás hasta manifiesten un 'instinto de conservación', como la computadora HAL 9000 de la película '2001: A Space Odyssey' que trata de matar al astronauta David Bowman cuando se entera que él está tratando de desconectarla.

Replicantes: ¿Tendrán consciencia o es solo memorias implantadas y algoritmo?

En resumen, que inteligencia y consciencia son cosas diferentes y tener una no implica tener la otra, aunque quizás podría existir una correlación respecto a ciertos atributos comunes en ciertos casos, pero eso aún esta por ver.

 

Problema Mente-Cuerpo
(Correlaciones Neurales)


El concepto de Correlaciones Neurales de la Consciencia (Neural Correlates of Consciousness, en inglés) fue introducido en 1990 por Francis Crick, uno de los descubridores de la estructura helicoidal de ADN, y Christof Koch, un conocido neurofisiólogo especializado en 'neurociencia computacional', para tratar de separar el aspecto neurobiológico de otras dimensiones que puede tener el problema de la consciencia, incluyendo el aspecto filosófico, y de esa manera propiciar el estudio científico de la consciencia a través de modelos computacionales, etc.

En cuanto al llamado problema mente-cuerpo, o la diferencia entre mente y cerebro, este es un problema inicialmente planteado por René Descartes en el siglo XVII y ampliado por otros filósofos posteriormente, donde se considera si el cerebro es solo un órgano fisiológico del cuerpo pero la mente es 'otra cosa', Sobre esto existen varias clases de evidencias empíricas que efectivamente indican que se trata de dos cosas diferentes, las cuales tienen una correlación neural en condiciones normales, pero no en casos extremos como los de ausencia de materia cerebral, lucidez terminal, estados de coma o neurovegetativos, etc. donde la actividad mental persiste aun cuando el cerebro está irreversiblemente dañando. Como también lo indican los casos de autismo savant (que según recientes investigaciones también podrían tener habilidades telepáticas) o los excepcionales casos de cerebro microcefálico o hidrocefálico, donde se ha encontrado que la cantidad de materia gris cerebral no se correlaciona con la capacidad de almacenar información ni con la inteligencia.

Correlación Neural: Potenciales de Acción en neuronas y Percepciones Mentales
(potenciales eléctricos en la membrana celular modulados en frecuencia, no en amplitud)

Todos estos fenómenos sugieren que en efecto la mente y el cerebro son dos realidades distintas que se diferencian por su grado de fisicalidad o tangibilidad; siendo una, la mente, mucho menos tangible que la otra, el cerebro. Realidades que para poder ser definidas y estudiadas requieren diferentes puntos de vistas, ya que si bien el cerebro puede ser definido y estudiado objetivamente como un órgano fisiológico, para definir la mente y los estados mentales se requiere un punto de vista subjetivo. Y precisamente ese caracter subjetivo de las experiencias mentales es uno de los retos para poder científicamente estudiar la mente humana.

Sin embargo ambas realidades (mente y cerebro) se correlacionan en condiciones normales, pero es importante recordar que correlación no implica causación. Es decir, el hecho que existan correlaciones neurales entre el funcionamiento del crebero y los estados mentales, no implica que la mente sea un producto o un epifenónemo del cerebro. Más bien lo que indican todas las evidencias mencionadas es que la mente (consciencia) es una realidad diferente al cerebro y que de alguna forma el cerebro es el receptor o el filtro de la consciencia que se manifiesta como actividad mental; pero no su productor.

Por eso el modelo normalmente utilizado para describir la correlación entre mente y cerebro es el Modelo Dualista (Dualismo) que en esencia plantea que esta correlación es similar a la forma en que se correlacionan el software y el hardware en una computadora para correr las aplicaciones, o la forma como se correlacionan los circuitos electrónicos y las ondas electromagnéticas para producir las imágenes de televisión. Lo cual no implica que necesariamente la mente sea un campo electromagnético (la naturaleza de la mente aún se desconoce a ciencia cierta y posiblemente tenga un origen físico-cuántico) pero al menos es una buena analogía para entender el problema mente-cuerpo.

Para una discusión más profunda del problema mente-cuerpo recomendamos el libro Irreducible Mind de Edward Kelly et al. Otro libro muy recomendado que aborda este tema es The Spiritual Brain de Mario Beauregard y Denyse O'Leary.

 

La Consciencia como Computadora Cuántica
(el hardware del cerebro vs. el software de la mente)

Sobre la hipótesis del cerebro como el 'hardware' de una computadora cuántica, aunque esta idea parece muy promisoria, aún existen algunas preguntas y problemas que quedarían por resolver.

Uno de los retos que enfrentan estas teorías es explicar las Qualia, es decir, el misterio de cómo y dónde está el 'software' de la mente que permite la aparición de esas inefables cualidades y experiencias subjetivas a partir de dicho hardware.

Otro reto a considerar es la pregunta de cómo el cerebro logra mantener el estado de coherencia cuántica (en inglés, quantum entanglement) a temperatura ambiente para que dicha 'computadora' pueda funcionar. Por ejemplo, los críticos de la teoría cuántica de la consciencia señalan el hecho que las computadoreas cuánticas que los científicos han podido construir hasta ahora requieren muy bajas temperaturas para poder operar (-272°C). Sin embargo, recientes investigaciones sobre la superconductividad a temperatura ambiente, sumado a experimentos de laboratorios que demuestran la posibilidad de efectos cuánticos en fractales (como el fractal de los microtúbulos y los capilares sanguíneos del cerebro), incluyendo nuevas ideas sobre el efecto del spin nuclear en los átomos de fósforo en el cerebro, podrían explicar como es posible mantener la coherencia cuántica de los Qubit (bit de computación cuántica) en la biología a temperatura ambiente; lo cual es prometedor.

Además de lo anterior, otra cuestión que la teoría debe ser capaz de explicar y predecir es en qué momento de la evolución biológica del cerebro aparece la consciencia autoreflexiva; según el Modelo Triúnico del Cerebro, pupularizado por el famoso físico y astrónomo Carl Sagan en su libro de 1977 The Dragons of Eden, consistente en una estructura de tres niveles, que va del cerebro reptiliano (que controla la respuesta de lucha-o-huida; fight-or-flight), al sistema límbico de los mamíferos (que regula emociones de dolor y placer), hasta el neocórtex de los grandes simios (con funciones más elevadas de percepción, toma de decisiones y lenguaje) -- aunque actualmente los neurofisiólogos dicen que la división del cerebro en tres niveles no es tan clara y precisa como lo planteó Sagan. Pero de todas formas uno se pregunta qué clases de consciencias diferentes puedieran ser soportadas por las diferentes formas y niveles de organización del hardware de la biología.

Modelo Triúnico del Cerebro

Esto también podría ayudar a responder la pregunta de si (o cómo) la emergencia de la consciencia se relaciona con la 'resonancia de vibraciones' y las bandas de ondas cerebrales en electroencefalografía (alpha, beta, gamma, delta, theta), las cuales a su vez se correlacionan con estados mentales específicos como se muestra en la imagen a continuación (haga clic para ampliar la imagen) según creen algunos expertos en neurofisiología.

Ondas Cerebrales y Estados Mentales


Lo cual por cierto nos hace recordar algo de la filosofía del Pampsiquismo (Panpsychism, en inglés) que supone que "la mente es una característica fundamental del mundo que existe en todo el universo".

 

El Reto de la Consciencia
(por qué tengo consciencia de que tengo consciencia)

Regresando al tema que nos ocupa sobre los retos que enfrentan estas teorías cuánticas de la consciencia, y tomando como ejemplo la Teoría de Penrose y Hameroff, vemos que la teoría postula que los microtúbulos celulares (el citoesqueleto de la célula eucariota) que se encuentran en un estado de entanglement (entrelazamiento cuántico) es el lugar físico donde la función de onda colapsa, debido al efecto de la gravedad cuántica, para producir el Qubit (bit cuántico) en dichas células; a través de un proceso llamado Orch-OR. Uno se pregunta, acaso cualquier célula puede producir ese efecto (incluyendo posiblemente organismos unicelulares) o quizás el efecto solo ocurre en las neuronas gracias a la complejidad de la anatomía y la fisiología del cerebro; y si así fuera, ¿por qué?

Por otro lado, incluso si el efecto solo ocurriera en el cerebro por alguna razón especial, por ejemplo porque solo entre neuronas ocurre la sinapsis y se segregan los neurotransmisores, que son moléculas que modulan la comunicación en la red neural (y donde también se almacenan las memorias a largo plazo, según creen la mayoría de los neurocientíficos), de todas formas uno aún se pregunta cuáles son las condiciones necesarias y suficientes para que esto ocurra.

Otra pregunta. ¿Acaso el carácter bicameral de la anatomía del cerebro, consistente en dos hemisferios cerebrales con funciones psicológicas complementarias, los cuales parecen operar independientemente uno del otro, tal y como si un lado estuviera 'observando' al otro, llegando incluso a intercambiar funciones mediante un proceso llamado Plasticidad Cerebral o Neuroplasticidad, es un factor clave en el 'colapso de la función de onda cuántica' en el cerebro a través de un proceso de Decoherencia, y por tanto es un factor clave en la aparición de la consciencia autoreflexiva? Los neuorólogos incluso tienen una 'ley' para esto que se enuncia diciendo: "Las neuronas que disparan juntas, se conectan juntas". La pregunta entonces sería si tal vez la bicameralidad y la neuroplasticidad son condiciones necesarias, pero no suficientes, para que la consciencia de tipo autoreflexiva pueda emerger en una especie biológica específica.

Lo anterior por cierto es la especulación de algunos filósofos de la consciencia, como Julian Jaynes y su libro The Origin of Consciousness in the Breakdown of the Bicameral Mind, quienes le dan más importancia al factor cultural (incluyendo leyes de la Lingüística que en los humanos parecen ser innatas) que al factor biológico en la aparición de la consciencia autoreflexiva en los humanos.

Estos son algunos ejemplos de fenómenos y observaciones que una buena teoría de la consciencia debería ser capaz de explicar de manera convincente y empíricamente falsificable.

Finalmente, cualquier teoría cuántica que verdaderamente pretenda explicar la ‘consciencia’ tendrá que integrar todo este conocimiento multidisciplinario de la física, la biología, la medicina, la psicología, e incluso la filosofía, y explicar cómo se produce ese flujo continuo de pensamientos, mayormente auto-referenciales, que tal parece un monólogo interior con nuestra propia narrativa personal (en inglés, stream of conciousness) el cual nos permite afirmar ese famoso truismo cartesiano que dice ‘pienso, luego existo’ (Cogito ergo sum) y así poder llegar a conocer al Universo que nos ha creado y a nosotros mismos a través de esa omnipresente realidad subjetiva que llamamos Consciencia.